En esta ocasión he visto Downhill, este film cuenta la historia de Roddy, primogénito de una familia rica, que es acusado de un robo que él no cometió, por ello es expulsado de su colegio y su padre lo hecha de casa. Entonces decide ir hasta París, donde se gasta todo su dinero y comienza a trabajar como bailarín.
Hitchcock vuelve a repetir fórmula con la estrella de las matinés como protagonista, me refiero a Ivor Novello, que también protagonizó The Lodger. Además la historia está basada en una serie de sketches escrito por el mismo Ivor Novello y Constance Collier, ambos firmaron bajo el pseudónimo de David LeStrange. El guión fue escrito por el mismo guionista que había escrito los guiones de las anteriores películas, Eliot Stannard.
El film pasó a la historia sin más, una historia sencilla en la que Hitchcock no se pudo lucir. Aún así, la película hace referencia al tema de la lealtad, algo que el director utiliza en muchas de sus películas posteriores. En palabras del propio director, que decía que la amistad es peligrosa porque da pie a la traición.
Este post es cortito, como curiosidades deciros que, en algunas escenas en las que se mostraba al protagonista delirando, Hitchcock mandó a teñir esos fotogramas de verde, ya que en las obras de teatro que veía en su juventud, había observado que en los momentos de delirio se utilizaba una luz verde que iluminaba el escenario.
Durante la época que el director rodaba este film, se fueron estrenando los anteriores, tanto The Pleasure Garden como The Lodger fueron éxitos, tanto de público como de crítica, cosa que no ocurriría con el desaparecido film The Mountain Eagle y este del que os he hablado hoy.
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