La semana de...Gene Wilder. Día 6

El sexto día y la penúltima película de este ciclo semanal sobre el genial Gene Wilder. Y ya iba siendo hora que hablara de una colaboración con Richard Pryor, actor con el que participo en varias ocasiones. Como explique en el primer post, Gene Wilder escribió en su autobiografía, que las relaciones con Pryor a veces eran dificiles por su adicción a las drogas, pero que sin duda alguna, con él fue con quien consiguió mejor química en pantalla. Y para mi gusto, en esta película, ambos están inmensos, y la pareja que forman es genial. El film es See No Evil, Hear No Evil,  que en España se tituló, No me chilles que no te veo.


 

Dave Lyons (Gene Wilder), es propietario de un puesto de prensa, además es sordo. Un día llega buscando trabajo Wally (Richard Pryor), que es ciego, que finalmente es contratado. Al poco tiempo, justo delante del puesto, se produce un asesinato, y uno lo escucha pero no lo ve, y el otro no lo escucha pero ve marcharse al asesino, pero al llegar la policía, ambos será acusado. Los asesinos dan con ello y quieren eliminarlo, así que se escapan y comienzan una lucha por demostrar la verdad.

Ya podéis imaginar, leyendo la sinopsis, la locura de película que llega a ser. Porque imaginaros la cantidad de momentos divertidos con dos personajes como estos, uno ciego y otro sordo. Y es que ya desde el inicio del film, el primer encuentro de ello es casual antes de llegar a conocerse, mientras Dave grita e insulta a un conductor que le está haciendo gestos obscenos, Wally se cree que los insultos van para él, y empieza a devolverle los insultos a Dave, pero claro este no le oye, y Wally está soltando insultos al aire, porque no ve donde está el otro.

Además de estos dos grandes actores cómicos, como uno de los malos tenemos a Kevin Spacey, pero está claro quien son las estrellas del film. Richard Pryor está muy bien en el papel del ciego, entregándonos unos momentos divertidísimos, yo me quedo con el momento del metro cuando va con su hermana, al principio del film, me río cada vez que lo veo.

Por otra parte, Gene Wilder está genial en su papel de sordo, es más estudió su papel con gente que sufre de sordera, y la verdad es que a mi me encanta como lo hace, siempre mirando a los labios muy atentamente, para así poder enterarse. Y al igual que Pryor, nos regala momentos muy divertidos. 

Está es una de las películas de mi infancia, recuerdo de haberla visto con mi padre de niño, y se me quedó marcada en la memoria. Y es que ambos actores hacen una pareja cómica de lo más hilarante que recuerdo, a la altura de otra de mis parejas cómicas preferidas, la que formaron Jack Lemmon y Walter Matthau más de una vez, y esto es hablar de palabras mayores. 

Pues lo dicho, si no la habéis visto, debéis echarle un vistazo, porque merece totalmente la pena, claro que solo te da lo que aparenta, diversión en estado puro.