domingo, 9 de octubre de 2011

Hitchcock según yo- The Trouble with Harry (1955)

Antes de terminar To Catch a Thief, Hitchcock ya sabía cual iba a ser su proximo proyecto, la adaptación de una novela de Jon Trevor que gustó mucho al director, cuyo guión se encargó John Michael Hayes, el que viene siendo guionista habitual en los últimos films, y del trabajo de este Hitchcock estaba muy contento. Ahora, como siempre, me dispongo a hablaros de la película, pero, además, podéis echarle un vistazo al comentario que hizo mi compi, Bel Kendal, en Clasicosis.




En un pueblecito otoñal de Vermont, mientras el Capitán Alber Wiles (Edmund Gwenn), descubre un cadáver, del que se cree que puede ser responsable por unos de sus disparos, mientras piensa que puede hacer con él, algunas personas del pueblo se cruzarán con el muerto, un niño y su madre (Shirley MacLaine) que apenas mostraran interés por él, la encantadora señorita Ivy Gravely (Mildred Natwick) que estar más interesada en el capitán que en el cadaver y un pintor fracasado (John Forsythe) que le interesará más la madre del niño que lo que pueda ocurrir con el cadáver.

Muchos catalogan a este film como uno de los inferiores de Alfred Hitchcock, y están en lo cierto, teniendo en cuenta el nivel de algunos films del director británico. Pero hay una parte del público que adora esta película, en la que me incluyo. Posee unos diálogos geniales, una historia simple pero llena de momentos divertidos y una fotografía bellísima del pueblecito, que corrió a cargo de Robert Burks, el encargado también de realizar esta labor en el anterior film.

La película se convierte en una comedia negra, que diálogos llenos de doble sentido, en lo que menos importa es el cadáver y el autor del asesinato. Es decir, el muerto se convierte en el McGuffin, ya que toda la historia se forma alrededor de él, pero al público no nos importa que le ha pasado ni que le pase en el futuro. Además, la música Bernard Hermann se podría considerar un personaje más que acompaña la historia con maestría.


Los actores son decisiones magnificas, en la que destaca una debutante, a la cual encontraron en un teatro New Yorkino, y quedaron prendado de ella, se trata de Shirley MacLaine, que pese a que no entra dentro de las características de las mujeres hitchconianas, está genial, muy guapa y muy simpática, y a partir de aquí su figura en el cine solo hizo crecer.


Sin duda es una película diferente dentro de la filmografia del director, una de las pocas comedias que hizo, aunque esta tiene su toque de humor negro que tanto disfrutaba. Pero esto se convirtió en un arma de doble filo, ya que no todo el público supo entender este humor, ya que algunos lugares no se veía bien reírse de la muerte, y también me imagino, que esto se vería agrabado en la época en la que se filmó, en la actualidad estamos más acostumbrados de reírnos de ella, pero no estamos acostumbrados a ver comedias tan geniales como esta.


Cameo de Alfred Hitchcock en The Trouble with Harry



 

2 comentarios:

  1. Ya sabes que me encanta! Me río muchísimo con esta película, sus personajes son lo más entrañable, y vale, no es de las grandes obras de Hitchcock, pero es una película que puedo ver una y otra vez sin que me canse, y eso pasa pocas veces!!

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  2. Ya lo se, creo que lo leí en un blog por ahí, Clasicosis?? :P
    Se nota que era una historia que realmente le interesaba a Hitchcock y que la disfrutaba.

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