Tras los problemas que acarrearía Alemania en la década de los 30, las producciones que la UFA aportaría al género decayeron y desaparecieron con la llegada de Joseph Goebbels como encargado de la productora. Así durante esta década y la siguiente, el cine de terror se traslada a Hollywood, y son los dos grandes estudios de la época los que se encargan de aportar títulos al género, la RKO y, sobre todo, la Universal.
He nombrado la RKO porque, aunque sus aportaciones fueron pocas, creo que hizo una de las más grandes de la época, me refiero a ‘King Kong’ (1933), una película de la que tengo grandes recuerdos, me encantan los efectos de la época, eso es algo que ya he reconocido muchas veces, ver las maquetas y al pequeños gran mono moverse es algo genial.
Fue la Universal la que nos trajo una multitud de monstruos, así, desde ‘El fantasma de la Ópera’ (film mudo), pasando por los clásicos que vienen de la literatura, como ‘Drácula’ o ‘El doctor Frankenstein’, hasta la polémica ‘La Parada de los Monstruos’, nos trajeron un terror primitivo, el miedo por lo desconocido, donde se asociaba su maldad por la condición de extranjero o diferente. En estas películas predomina lo grotesco, es el aspecto físico el que alimenta el rechazo y el terror del público hacía estos personajes.
La Universal utilizó, el pasado de moda, star-system para rentabilizar sus proyectos, así nombres como el de Tod Browning, director de La Parada de los Monstruos, o, Boris Karloff y Bela Lugosi, como actores, eran los que movían a las masas para que visitaran el cine y ver sus películas. Para conocer mejor la historia y sus trabajos, hagamos un repaso por los monstruos que dominaron la industria en la década de los 30 y 40.
Drácula. El vampiro, la figura romántica que encarnaba el mal más profundo. En estos años, la figura de este monstruo tenía nombre propio, Bela Lugosi, actor de origen Húngaro que encarnó al vampiro más famoso en varias ocasiones, siendo la más famosa y de mejor calidad ‘Drácula’ (1931) dirigida por Tod Browning. Con Lugosi y Drácula tenemos un caso curioso, ya que no era solo el actor el que dominaba al personaje, también era este el que dominaba al actor, llegando a tal extremo hasta que el actor perdería la cabeza y fue enterrado con la capa del vampiro, el mismo papel que le dio la fama, también se la quitó.
La momia. Antes de que llegara Arnold Vosloo interpretando a la agresiva momia, ya en 1932 fue el gran Boris Karloff el encargado de interpretar a Imhotep. Trayendo a los estudios un terror más místico y exótico. Karloff haría un gran trabajo en dicho film interpretando de una forma inquietante y perturbadora a la momia. Más tarde, Lon Chaney Jr intentó meterse en el papel de otra momia, pero resultó un trabajo patético con respecto al anterior.
Frankenstein. Junto a Drácula, el monstruo más famoso de la Universal. Esto hay que atribuirlo a dos personas, James Whale, director de ‘El doctor Frankenstein’ (1932), y a Boris Karloff, el actor que dio vida al monstruo que se apoderó del nombre de su creador. A pesar de ser una criatura lenta, patética y de mirada perdida, es su inhumanidad la que aterroriza, pese a que esto evoluciona con el tiempo. Tanto Whale como Karloff volvieron a trabajar juntos en 1935, para darnos el título, ‘La novia de Frankenstein’, donde veremos a la genial Elsa Lanchester con ese peinado tan original que ha pasado a la historia. El actor se metería en el papel del monstruo una vez más, pero el resultado fue tan mediocre, que no volvió a hacerlo, además de no querer quedar encasillado.
El hombre invisible. En 1933 se volvió a poner en práctica la fórmula del científico loco, pero esta vez, experimentaba en él mismo, para dar lugar al hombre invisible. Al igual que los anteriores monstruos, este tiene un buen primer film, que decae con las secuelas, en parte es porque el primero lo dirigió James Whale, que le dio un toque de elegancia que no hubiera podido dar otro. Además, el científico estuvo interpretado por un genial Claude Rains, al que quizás recuerden de Casablanca.
El hombre lobo. En esta ocasión, estamos en el caso inverso a todos los anteriores, el primer acercamiento a tratar con este monstruo en la gran pantalla fue un fracaso para la Universal, fue en 1935 con ‘El lobo humano’. Y esto llevó a que tardaran seis años en intentarlo de nuevo, y con Lon Chaney Jr en el papel protagonista, en 1941 salió a la luz ‘El hombre lobo’, que si consiguió atraer a las masas. Un ser maldito, con miedo al cambio, a perder la humanidad y que hará todo lo posible para volver a ser enteramente humano, pero ya sabemos que pasa cuando hay luna llena.
Pese a no haber nombrados todos los títulos, todos los monstruos tuvieron multitud de secuelas, incluso se llegó a mezclarlos en algunas películas, pero conforme se hacían más copias de lo mismo, más patéticos se iban convirtiendo y menos interesaban a la audiencia.
Aunque los cinco monstruos importantes son los nombrados arriba, hubo algunos más. Importante nombrar a los interpretados por el genial, el hombre de las mil caras Lon Chaney Quasimodo, en ‘El fantasma de la Ópera’ (1925) y ‘El jorobado de Nuestra Señora de París’ (1923).
En la decadencia que sufría la Univesal en los años 50, intentó renacer dando a luz a un nuevo ser, la criatura de la laguna negra, un ser acuático algo ridículo, pero también confieso que me encanta que sea así. Jack Arnold fue el encargado de traerlo por primera vez con ‘La mujer y el monstuo’ (1954) y la criatura volvería dos veces más. Aunque es verdad que es ridículo, también son películas que me divierten por eso.
Como dije antes, la repetición y el hacer aparecer a varios monstruos en el mismo film, hicieron que el público no se tomará en serio las películas que salían de esta productora, ya que todas parecían partir de la misma premisa, un ser desconocido o extraña provocaba una amenaza para la comunidad. Si a todo esto le sumamos las parodias que Albott y Costello empezaron a hacer de los monstruos, provocó la caída definitiva de los monstruos de la Universal. Pero estos seres han pasado a la historia, convirtiéndose en parte de nuestra cultura, durante las décadas posteriores se crearon marcas con un ser de estos como logotipo o series de dibujos que tenían como protagonistas a los monstruos. Y aunque en la actualidad, el terror de dichas cintas está obsoleto, siguen atrayéndonos por la elegancia de sus trabajos y las técnicas que se usaban, que bebían del expresionismo alemán.
Otro artículo de quitarse el sombrero. Aunque yo creo que el patético hombre lobo de Lon Chaney Sr. dá mas miedo sin maquillar que con el disfraz puesto, es un puto gordo sudoroso.
ResponderEliminarMuchas gracias!! veo que no eres muy fan de Lon Chaney, sin embargo a mí me encanta :D.
ResponderEliminarFÉ DE ERRATAS Y ENTONACIÓN DE UN ´MEA CULPA´: Perdón,quise escribir Lon Chaney Jr. (EL HOMBRE LOBO); El padre Lon Chaney Sr. me gusta horrores, -especialmente formando tandem con Tod Browning-.
ResponderEliminarQuise decir que en mi modesta opinión L.Ch.Sr. trató de pasarle el relevo de su carrera a su hijo, -así como su caja de maquillaje- quien nuca fué merecedor de tal honor. Su digno sucesor fué Boris Karloff.
Menos mal, Chaney Sr, fue un autentico genio de la interpretación en su época, y coincido con lo de Karloff.
ResponderEliminarQué bien escrito Kaplan, fantástico. Me sorprende la gran cantidad de información que has recopilado, hablando de las secuelas, distribuidoras, anécdotas (la de Lugosi ha sido genial)... Estoy aprendiendo mucho con este reportaje, luego leeré la tercera entrega, ¡me tienes expectante!
ResponderEliminarMe ha costado pero me ha encantado recopilar toda la información Bea, sobre todo porque hubo una frase de un profesor de historia que tuve en el instituto que me marcó, la frase no era suya pero me la dijo él, decía: "Para comprender el presente hay que entender el pasado" u algo así. Por ello me gusta el cine clásico y me gusta saber toda esta clase de cosas xD.
ResponderEliminarSólo puedo quitarme el sombrero ante este articulazo.
ResponderEliminarMagnífico artículo. Quizá los films de la Universal no eran tan terroríficos como pueden esperar algunos, pero desde luego tienen algo especial que los hace únicos. Yo me quedo con la inolvidable Frankenstein y su atmósfera gótica. Saludos.
ResponderEliminarHola, cómo estás? Estoy escribiendo un artículo sobre los mostruos clásicos del cine teniendo en cuenta su evolución plástica, es decir, el vestuario, maquillaje, la caracterización. Veo que eres un experto, será posible que me contactes al quepenamargarita@gmail.com para hacerte unas preguntas precisas? Saludos y gracias! Margarita.
ResponderEliminar