Tony Wendice (Ray Milland) quiere asesinara a su esposa Margot (Grace Kelly), porque ha descubierto que tiene una aventura con un amigo escritor norteamericano, Mark Hallday (Robert Cummings). Para ello elabora un meticuloso plan, del que se siente orgulloso, ya que parece que va a cometer el crimen perfecto, pero se llevará una sorpresa cuando algo no salgo como planeó.
Hitchcock nos vuelve a sorprender, con una cinta en la que la trama se localiza practicamente en un solo escenario, como ya hiciera en Rope, y al igual que en ese film, da un a lección de manejo del tiempo cinematográfico y de como dirigir un film de guión, creando escenas para el recuerdo, y todo ello pese a los problemas técnicos que tuvo por la imposición de la productora a grabar el film en un formato tridimensional.
Además de la escena del crimen, que es sencillamente genial, con el juego de luces, como brillan las tijeras, un efecto que tardó en conseguir, hay otra escena que me encanta, y es la explicación del Sr. Wendice a su "colega", de como tiene que realizarse el crimen, una escena que Hitchcock nos muestra desde un picado, efecto que me hace pensar que estoy en un palco en la obra teatral y podemos ver casi todo el escenario y ver las indicaciones e imaginar como sucederá todo.
La elección de los actores me parece perfecta. Es la primera colaboración de Hitchcock, con la que sin duda fue su rubia preferida, Grace Kelly, y a parte de que la actriz llena la pantalla de una belleza deslumbrante, el papel le viene genial, el de una mujer vulnerable, pero a la vez y en el fondo fuerte. Como pareja de ella, Ray Milland está espectacular en el papel de marido desconfiado y calculador, realmente asusta ver como lo tiene todo planeado, sobre todo si eres su mujer.
Por otra parte, está Robert Cummings, que pese a que interpreta, para mí, el personaje más flojo, está bastante bien en su papel de amante protector, y además al ser escritor de novelas de misterio, tendrá un papel importante en la trama. Pero si con alguien me he sorprendido, ese es John Williams, y no es el compositor, es el actor que interpreta al inspector jefe, un personaje muy inteligente, al más puro estilo Sherlock Holmes, con su gran acento ingles.
El guión de la película es genial, y no solo me refiero a los diálogos, que aunque también lo son, y a veces hay muchas referencias al asesinato perfecto, me refiero a como los personajes van intentando engañar a los demás para conseguir su objetivo, primero vemos al Sr. Wendice hacerlo con su conocido para que cometa el crimen y más tarde al inspector, para intentar encontrar al verdadero autor de todo. Como ya he dicho, una obra cumbre en la filmografía del director británico, que a todos sus seguidores les gustará y a los que no conozca mucho sus películas, es una buena opción para empezar a conocerlas.
Came de Hitchcock en Dial M for Murder. |
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